ALFREDO SANZOL, LA TRILOGÍA


RISAS Y DESTRUCCIÓN 18 mayo miércoles 8 tarde
SI, PERO NO LO SOY 19 mayo jueves 8 tarde

DÍAS ESTUPENDOS 20 mayo viernes 8 tarde

“La manera de reírnos de nosotros mismos, y de los demás creo que constituye, más que otra cosa, los parámetros de lo que somos. Me dice el público que en mis obras hay muchos momentos en los que no saben si reírse o no, y me gustaría decir aquí que a mí me pasa lo mismo: Es la pregunta que sigue siendo el motor de mi trabajo”.

Alfredo Sanzol


Cuento las historias para inventar los hechos que no recuerdo, y para contar me sirvo de las sensaciones que sí guardo". Parece una carta cervantina al duque de Lemos, pero es de Alfredo Sanzol, una de las mejores cosas que le están pasando al teatro español.

Marcos Ordóñez (El País)

El autor y director navarro Alfredo Sanzol regresa al escenario del Teatro Gayarre, en esta ocasión con su trilogía compuesta por “Risas y seducción”, “Si, pero no lo soy”, y “Días estupendos”. Se cierra así un triángulo al que le faltaba la primera obra de esta serie, que ahora se ofrece al completo, una trilogía que responde a siete años de trabajo. "En estos años –asegura Sanzol- he sentido la necesidad de comunicarme con la infancia, con recuerdos y sensaciones que tenía sin solucionar y, muchas veces, inventar historias te sirve para solucionar historias". El autor ha escogido una estructura a base de sketches porque, a su juicio, los giros bruscos o imprevistos se corresponden a como funciona la memoria en realidad: "Son flashes con los que trato de despertar emociones".

Dice Alfredo Sanzol que como nos pone tan nerviosos ver que cambiamos, y mucho más a quienes nos rodean, hay quienes en vez de “fluir” acaban viviendo como los demás imaginan que son por no dar las explicaciones necesarias en los momentos precisos. Y en tales brechas crecen y se multiplican mentiras, secretos, frustraciones, hipocresías, miedos, traiciones, engaños, equívocos, nostalgias. Con estos materiales dramáticos ha construido una trilogía sobre la “identidad fragmentada” –Risas y destrucción (2004), Sí, pero no lo soy (2008) y Días estupendos (2010)– que a él le ha servido sobre todo como “vía de conocimiento” y a la crítica, para señalarlo como una de las mejores cosas que le ha pasado al teatro español reciente.


RISAS Y DESTRUCCIÓN

Una vez estrenada “Risas y destrucción” Alfredo Sanzol descubrió que estaba hablando de la identidad. Descubrió que el problema que ponía sobre la mesa para jugar era el de la identidad, y casualmente, o no, la función acababa con un diálogo entre dos personajes que decía: “Si hubieses sido un perro habríamos sido muy felices” y el otro personaje contestaba: “Sí, pero no lo soy”. Cuando veía la función –asegura el autor- me hacía gracia ese momento. Me resultaba terrible desear que una persona fuese un perro, pero al mismo tiempo lo creía real. La gran tragedia de desear que los demás sean como nosotros queremos y no aceptar como son se presentaba como un problema que descubrí propio.

SÍ, PERO NO LO SOY”

Sí, pero no lo soy es una historia de historias. Una historia formada por varias historias que protagonizan personajes que intentan saber quiénes son y quiénes son los demás. Sí, pero no lo soy es una historia de la personalidad fragmentada, de la saturación del yo, una historia del intento de conseguir algo que parece imposible: saber quiénes somos y saber quiénes son los demás.

Sí, pero no lo soy nace de la necesidad de reflexionar sobre una paradoja: la sociedad nos exige una identidad, nosotros exigimos a los demás una identidad, y nos la exigimos a nosotros mismos, pero la experiencia nos demuestra que no existe la identidad, que la personalidad es algo mutable y en constante movimiento, algo que no puede fijarse en el tiempo y en el espacio. A lo largo de una vida una persona es muchas personas, sin embargo no aceptamos esa realidad. Nos resistimos a aceptar la mutabilidad en nosotros, y en los demás. Esta resistencia produce monstruos, máscaras, hipocresías, mentiras, frustraciones, secretos, nostalgias… Un material humano que da vida a casi cincuenta personajes

“DÍAS ESTUPENDOS”

“Días Estupendos” es una historia del verano… La aparente frivolidad de veraneo esconde nuestras fantasías, nuestros miedos, nuestros sueños y las pequeñas aventuras y encuentros que vivimos muchas veces son el origen de los grandes giros sobre los que construimos nuestra vida. Ese contraste entre lo que en apariencia no es importante y en el fondo sí lo es, forma uno de los hilos que recorre toda la trilogía, y es también la fuente del humor tragicómico con el que trabaja Alfredo Sanzol.

FICHAS ARTÍSTICAS

Risas y destrucción

Intérpretes: Paco Déniz, Elena Gonzalez, Natalia Hernández, Juan Antonio Lumbreras, Pablo Vázquez.

Iluminación: Joaquin Yver

Duración: 1h. 35m.

Sí, pero no lo soy

Intérpretes: Paco Déniz, Elena Gonzalez, Natalia Hernández, Juan Antonio Lumbreras, Pablo Vázquez.


Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar.
Iluminación: Baltasar Patiño.
Espacio sonoro y música: Fernando Velázquez.
Coreografía: Ricardo Santana y Mónica García.

Duración, 1h. 1om.

Días estupendos.

Intérpretes: Paco Déniz, Elena Gonzalez, Natalia Hernández, Juan Antonio Lumbreras, Pablo Vázquez.

Escenografía y vestuario: Alejandro Andújar

Iluminación: Baltasar Patiño

Diseño de sonido y música original: Fernando Velázquez

Duración: 1h.20m



No hay comentarios:

Publicar un comentario